Nuevos estudios con avejas y ratones podrían ayudar con tratamientos antienvejecimiento


Las nuevas actividades rejuvenecen a las abejas, y un exótico medicamento alarga la vida de los ratones.

Dos recientes estudios con animales podrían ayudar un día a los humanos a vivir más y mejor.

Uno de los estudios defiende que las abejas mayores pueden recuperar la actividad cerebral de la juventud, y el otro, que un fármaco de la Isla de Pascua mejora la memoria de los ratones.

El estudio sobre las abejas,de la revista Experimental Gerontology, se centra en las diferentes capacidades de los miembros más jóvenes y más viejos de una colonia.

Para ello, los científicos retiraron las abejas nodrizas (las obreras más jóvenes) de la colmena. Las mayores, que muestran déficits de aprendizaje relacionados con la edad hacia el final de sus seis semanas de esperanza de vida, se responsabilizaron entonces de las tareas que habían realizado cuando eran jóvenes, como la secreción de la jalea real para las larvas.

El director del estudio Nicholas Baker, de la Universidad Estatal de Arizona, señaló que las abejas mayores «se comportaban igual de bien que las nodrizas. Vimos que volvían a ser inteligentes y nos preguntamos cómo era posible».

Sin embargo, no todas las abejas mayores eran igual de competentes.

Al analizar las abejas que recuperaron sus capacidades y las que no, el equipo descubrió niveles altos del glutamato en las abejas con las que tuvo éxito el experimento. En humanos, los niveles moderados de esta proteína pueden ayudar a la memoria y el aprendizaje, aunque en exceso pueden dañar las funciones cognitivas.

El estudio concluyó que el glutamato puede reconstruir las células cerebrales y que las abejas mayores viven más tiempo tras retomar sus tareas, lo que es una buena noticia para estos insectos, y quizá también para las personas.

«Con el ser humano no se puede dar marcha atrás en el reloj», explica Baker. «Pero este estudio nos demuestra que el contacto social y las nuevas actividades reactivan las conexiones del cerebro y retrasan los efectos del envejecimiento».

Además, la investigación podría tener más ventajas. Al estudiar los cambios de la proteína en el cerebro de las abejas, los científicos esperan poder diseñar medicamentos para luchar contra la disminución de la actividad cerebral relacionada con la edad, lo que, según Baker, podría tardar 30 años. Mientras tanto, aconseja asumir nuevos retos para permanecer joven.

Un medicamento contra el envejecimiento

En cuanto al estudio sobre ratones, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas han descubierto un fármaco que reduce la pérdida de memoria en ratones mayores, actúa como un antidepresivo y alarga la esperanza de vida.

La investigación, publicada en Neuroscience el 28 de junio, demuestra la eficacia de la rapamicina, un medicamento derivado a partir de muestras de suelo encontradas en la Isla de Pascua, también llamada Rapa Nui. Aunque la rapamicina ha sido utilizada durante años para facilitar los trasplantes de órgano, los investigadores han empezado recientemente a probar sus propiedades antienvejecimiento.

Así, en los ratones que recibieron el tratamiento mejoró la memoria y se redujeron la ansiedad y la depresión.

En un primer momento, la idea era administrar rapamicina a dos grupos de ratones, uno de ellos afectado por la enfermedad de Alzheimer. Según la coautora del estudio Verónica Galván, en seguida descubrieron que en todos, incluso en los sanos, mejoraba el ánimo.

El equipo explicó que la rapamicina inhibe una proteína que decide si una célula se desarrolla o entra en «modo mantenimiento», lo que está relacionado con la esperanza de vida.

El siguiente paso sería aplicar el fármaco en humanos: Galván espera que las pruebas clínicas comiencen en unos cinco años.


National Geographic News

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