Cómo cuidar y mantener limpio el Ordenador


Miles de personas utilizan toda clase de ordenadores y aunque estos nos prestan un gran servicio, estas maquinas no siempre reciben el cuidado y la antención requerida, desconocemos como hacerlo o simplemente pasamos por alto los detalles, para lograr un mejor rendimiento y asegurarle una vida mas duradera a nuestros equipos podemos tener en cuenta los siguientes 10 consejos:

1.- Conoce el ordenador

¿Qué es lo primero que tiramos a la basura (o al lugar más recóndito de la casa) después de comprar un ordenador? Los manuales. A la pregunta más típica de "¿qué tipo de ordenador tienes?" o "¿cuál es la marca de la placa base?", la mayoría de los mortales responderá algo parecido a "Uh".
 un buen comienzo para mantener el ordenador en forma es saber exactamente lo que tenemos. Guardemos todos los manuales y discos de controladores, e incluso podemos invertir el tiempo en hacer una lista de los componentes que tenemos para, llegado el momento, solucionar el eventual problema de hardware en un santiamén

2.- Descárgate los últimos controladores

Los famosos controladores o "drivers" son unas instrucciones que consiguen que el ordenador (para ser más concreto el procesador) se "entienda" con el resto de componentes del equipo.

El hecho de tenerlos actualizados a su última versión no es una cuestión de esnobismo tecnológico, sino un seguro de que no vamos a tener problemas de compatibilidad. De hecho, puede suceder que el hecho de instalar un nuevo programa o dispositivo nos pueda desconfigurar otro, por lo que deberemos tener a mano todos los controladores para poderlos reinstalar siempre que sea necesario.

Deberemos volver al punto 1 de esta guía para saber qué compañía es la fabricante de cada componente para así saber de dónde bajarnos las últimas actualizaciones. 

3.- Ten un buen antivirus

Nuestro equipo, sin que nosotros lo sepamos, vive en un barrio de muy dudosa reputación. Una vez conectado a Internet, se las tiene que ver con emails que contienen virus y gusanos, páginas web que intentan colarnos programas que no nos hacen ningún bien.

Así, al igual que nos vacunamos contra enfermedades, hay que hacer lo mismo con nuestro ordenador para que no coja "algo malo". Esta vacuna tiene diferentes nombres: Panda, Mcafee, Norton, pero todas sirven para lo mismo: crear una segunda línea de defensa contra virus y gusanos, una barrera que sólo será efectiva si el antivirus está actualizado.

¿Segunda línea? ¿Y cuál es la primera? Pues nada más y nada menos que el sentido común. Si nos envían un archivo adjunto, o si nos dicen que descarguemos un programa que nos va a dar mucho dinero, o algo la mar de divertido, desconfiemos. Pasemos el antivirus, consultemos a quien nos lo ha enviado, y así nos evitaremos tener que solucionar un desaguisado que puede ser de proporciones gigantescas

4.- Cuidado con lo que descargas

Siguiendo en esta línea, hay que tener cuidado con los programas que nos descargamos. Lo que en un principio puede parecer un software gratuito que se nos ofrece descargar sin que nosotros lo hayamos pedido, puede ser (y normalmente lo es) uno de los llamados programas adware o malware, que se ponen a coger información de nuestro ordenador y enviarla sin nuestro permiso. Y luego intenta desinstalarlos. 


5.- Un firewall nunca está de más

Malware, virus, gusanos, y por si esto fuera poco, además existen usuarios que están deseando colarse por la puerta trasera de nuestro PC para demostrar que no sólo son unos sociópatas con mucho tiempo libre, sino que tienen mucha mala idea.

Una de las soluciones más efectivas es un buen firewall o cortafuegos. Estos programas monitorizan todas las conexiones entrantes y salientes de nuestro equipo, previniendo posibles ataques externos y controlando qué programas intentan conectarse desde nuestro ordenador a Internet. Si se trata de un software desconocido o que en teoría no debería conectarse, podemos indicarle a nuestro firewall que no le deje realizar la conexión.


6.- Un ordenador limpio es un ordenador mas agradecido

Si ya lo tenemos limpio de virus, ahora le toca el turno al ordenador en sí. Aunque parezca mentira, el hecho de tener un ordenador sucio puede hacer que su rendimiento decrezca significativamente.

Esto sucede porque los ventiladores del procesador, de la tarjeta gráfica y los encargados de sacar el aire caliente de la caja y meter aire nuevo van acumulando polvo y suciedad, lo cual hace que cada vez la refrigeración sea de peor calidad, y un procesador sin refrigeración es un procesador caliente, y un procesador caliente es un procesador lento.

Cada cierto tiempo es conveniente darle un repaso al interior del PC con aire a presión (venden botellas en las tiendas de informática) y un pequeño aspirador. Si no queremos hacerlo nosotros, o si no nos atrevemos, siempre podemos llevarlo a nuestra tienda de reparaciones preferida, donde nos lo dejarán como una patena. 


7.- La fragmentación del disco

Pequeña lección de física: la entropía (en otras palabras, el desorden) siempre crece, y como mucho podemos controlarla para que no crezca demasiado. Esto es especialmente cierto en los discos duros, que graban la información en pequeños trozos que no siempre son consecutivos, creando secciones de información desperdigadas por todo el disco.

Con el tiempo, la nueva información tiene que ocupar el sitio dejado por la que ya hemos borrado, consiguiendo al final un verdadero puzzle que causa que el proceso de lectura sea más lento.

Para evitar que dicha ralentización vaya a más, deberemos, cada cierto tiempo, realizar una desfragmentación del disco duro (la herramienta la podemos encontrar si pulsamos con el botón derecho del ratón sobre el icono del disco duro a desfragmentar).

Como regla general, se suele desfragmentar cuando la fragmentación llega al 5 por ciento. 

8.- Lee los manuales

Los manuales no sólo sirven para saber qué dispositivo tenemos y para buscar el CD con los controladores que hay dentro, sino para seguir las instrucciones de instalación al pie de la letra.

Una mala instalación de un dispositivo puede hacer que tengamos que desinstalar varios controladores asociados para que pueda funcionar. Esto es especialmente cierto en algunos dispositivos que no dejan una segunda oportunidad. Y hay más de uno, y más de dos. 



9.- Desinstala lo que no utilices

No hay nada más frustrante que quedarse sin espacio en el disco duro. Pensándolo mejor, si que hay algo: ver la lista de software instalado y no reconocer el 50 por ciento de ellos.

Con el tiempo, nos olvidamos de que hemos instalado programas, y estos pueden estar consumiendo disco duro y recursos del sistema si siguen ejecutandose cada vez que iniciamos el sistema operativo.

 Veamos qué es lo que tenemos y qué es lo que utilizamos. De esa manera podremos librarnos de aplicaciones y juegos que ya no utilizamos y que de lo contrario se quedarán ahí por lo siglos de los siglos. 

10.- Un último consejo: a grandes males...

Es posible que la aplicación de los anteriores consejos no sea suficiente para evitar un desastre, ya que un ordenador es una máquina compleja y le pedimos que realice una enorme cantidad de tareas diferentes, instalándole programas que a veces pueden incluso entrar en conflicto entre ellos.

Para intentar solucionar un error que nos impida iniciar el sistema operativo, podemos recurrir a iniciar el sistema con el interfaz de comandos de texto (el equivalente al antiguo MSDOS) y ejecutar la instrucción "scanreg". Esto nos realizará un estudio del registro del sistema, y aunque no nos encuentre errores, al finalizar nos ofrecerá la posibilidad de restaurar el registro de uno, dos, o incluso más días antes, solucionando en muchas ocasiones el problema que se ha producido por la instalación o desinstalación de un programa. 



Fuente: Terra.

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